5 Claves para saber si tienes estrés
¿Sueles sufrir dolores en el cuello y espalda que no se deben a causas orgánicas? ¿Sabes si la confusión es un síntoma de estrés? ¿Tienes sospechas o bastante seguridad en que padeces estrés y te gustaría encontrar una solución?En este artículo conocerás las principales claves para saber si sufres estrés y si necesitas ayuda psicológica.
El estrés es uno de esos temas que está en boca de muchas personas y que a veces acaba perdiendo su significado o solapándose con términos como ansiedad, malestar, sufrimiento o agobio. En este artículo intentaré aclararte lo que es el realmente el estrés y ayudarte a identificar cuándo dicho estrés puede estar perjudicando tu salud y tu rendimiento.
El estrés se define como una respuesta del organismo ante demandas amenazantes que nos lleva a movilizar los recursos fisiológicos y psicológicos para poder afrontar tales demandas. Es decir, lo que se nos demanda o lo que nos demandamos a nosotros mismos sobrepasa o nos parece que sobrepasa la capacidad que percibimos que tenemos para afrontarlo de una forma satisfactoria.
Hay estrés bueno y malo, como el colesterol. Esto, que evidentemente está sujeto a matices, puede facilitar el que comprendas mejor lo que significa el término estrés y ayudar a cambiar creencias erróneas sobre el mismo. Existe el “eustrés” o estrés bueno y el “distrés” o estrés malo. Existen diferentes grados de estrés o activación. A niveles óptimos el estrés o “eustrés” es una respuesta que nos sirve para adaptarnos al medio y es beneficioso para incrementar y mantener nuestro rendimiento y nuestra salud. Éste es el tipo de estrés o activación que nos moviliza para que funcionemos mejor. Por ejemplo, que te importe mucho cómo te vayas a desenvolver en una reunión de trabajo puede hacer que le dediques más tiempo a prepararla de forma conveniente, y por lo tanto te desarrollarás más satisfactoriamente en la misma. Es decir, el estrés no siempre es perjudicial.
Coloquialmente decimos que sufrimos estrés cuando percibimos el estrés malo o “distrés”. Éste es el estrés al que vamos a referirnos a partir de ahora. Un sinónimo menos técnico de este estrés que nos puede ayudar a entenderlo mejor podría ser desbordamiento, debido a que siempre existe nuestra valoración subjetiva de que la situación supera nuestra capacidad de afrontarla, de que excede nuestros recursos y pone en peligro nuestro bienestar. Es importante añadir que en ocasiones las situaciones que vivimos son objetivamente excesivas y que nuestra percepción de que supera nuestra capacidad es acertada. Estaríamos en este caso hablando de situaciones que nos exigen más de lo que una persona puede hacer en un momento o situación dada. Por ejemplo, trabajar 12 horas al día es un ejemplo de situación que puede ser desbordante al margen de como la percibamos subjetivamente.
Es importante que tengas en cuenta que estrés malo constituye uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades más graves de nuestro tiempo y es al que nos vamos a referir a partir de ahora.
¿Qué aprenderás en este artículo?
Síntomas de estrés
Si tras haber leído lo anterior tienes dudas acerca de la necesidad de acudir a un psicólogo o psicóloga te muestro 5 claves que pueden resultar útiles para tomar la decisión:
1 | Tienes sensación de prisa, confusión o presión
Sueles sentir que no te llegan las horas del día para hacer lo que tienes que hacer y sueles cometer errores u olvidas cosas.
2 | Sufres ansiedad
Puede incluso que hayas tenido algún ataque de pánico en el que hayas respirado con mucha dificultad y hayas tenido taquicardia. En general te cuesta relajarte, sientes habitualmente cansancio y te resulta difícil concentrarte en algo, incluso cuando te interesa mucho.
3 | Te sientes irritable o melancólico
Soportas cada vez menos algunos comentarios o algunas situaciones. También puede suceder que te sientas triste o apático y nada te anime ni ilusione como antes.
4 | Sufres diferentes síntomas físicos
Con frecuencia padeces dolor de cabeza, problemas estomacales, dolor de pecho o reacciones alérgicas y sientes un gran cansancio. En ocasiones pueden ser dolores realmente agudos y habrás visitado a un médico sin que haya encontrado causa orgánica a tales dolores.
5 | Tienes problemas de sueño.
Te cuesta quedarte dormido, te despiertas a menudo por la noche o te despiertas antes de la hora y te es imposible conciliar de nuevo el sueño. Además el insomnio como consecuencia del estrés puede ser que te esté provocando más estrés ya que te encuentras más cansado durante el día, no puedes rendir en el trabajo o en tus actividades personales tanto como te gustaría y te acompaña el pensamiento de que por la noche volverás a dormir mal.
En el caso de que te identifiques con dos o más de los anteriores síntomas y los padezcas en algún momento del día la mayor parte de los días es muy probable que estés padeciendo estrés. Es importante que sepas que estas claves no sustituyen ni pretenden funcionar como diagnóstico de ninguna dolencia sino que buscan ayudarte a identificar más fácilmente los síntomas que puedas estar sufriendo para saber si están o no relacionados con el estrés. Un diagnóstico solamente puede llevarlo a cabo un profesional de la salud y para ello debe primero evaluarte y analizar tu caso particular.
También quiero que sepas que si estás sufriendo estrés puedes trabajar puedes mejorar mucho para alcanzar los niveles adecuados de activación para sentirte bien y a rendir satisfactoriamente. A veces podemos conseguirlo sin ayuda externa y en ocasiones necesitamos recurrir a la terapia psicológica para lograrlo. La terapia psicológica puede ayudarte de muchas maneras, como son a tomar decisiones, mejorar tu capacidad para relajarte, cambiar tu percepción de ti mismo o de las situaciones que vives e identificar en ti mismo o en tu entorno aquello que pueda ser un factor de riesgo para tomar las medidas oportunas para lograr los cambios deseados.
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